Viscosidad y temperatura
Además, la capacidad de transferencia de la solución de mojado como de la tinta entre los rodillos de los sistemas humectadores y de entintado está directamente influida por la viscosidad. Cuando la viscosidad aumenta, lo hacen tanto el grosor de la capa de solución como la capacidad de transferencia, lo que da como resultado que una solución de mojado de mayor viscosidad aumente su rendimiento, lo que repercute en una menor cantidad de agua para humedecer una superficie determinada.
Los factores de máxima influencia sobre los valores de viscosidad son la temperatura y la aportación de IPA (alcohol isopropilico). Las temperaturas más altas son resultado de un movimiento interno más intenso y un aumento del espacio entre las moléculas. Esto implica una decreciente atracción molecular y, en consecuencia, una menor viscosidad, mientras que las temperaturas más bajas producen una película fluida más espesa sobre los rodillos, lo cual lleva a una mejor transferencia de agua sobre la forma impresora.
El porcentaje de IPA también influye de forma significativa en la transferencia de la solución de mojado. Por ello la transferencia de solución disminuye cuando se reduce el porcentaje de IPA. Dependiendo de la calidad de la solución, esto tiene que ser compensado mediante un incremento en la velocidad del rodillo tomador y puede ser complementado con la utilización de rodillos especiales y la reducción de la temperatura de la nevera de la solución de mojado.
Tensión superficial
La tensión superficial se define físicamente como las fuerzas de repulsión entre la superficie de la gota de líquido y la superficie sólida sobre la que se apoya. A menor tensión superficial, menor será el ángulo de contacto entre la gota de un líquido y la citada superficie sólida, lo que implica que la superficie de contacto entre ambos será mayor, el líquido “moja mejor” y se requiere un volumen menor de solución de mojado para humedecer una determinada área de la forma impresora.
Esta reducción de la aportación de agua de humectación, nos permite reducir la aportación de tinta al impreso, facilitando el equilibrio agua-tinta, una tirada más homogénea y regular y la reducción de los tiempos de arranque por cada trabajo impreso.
Como el agua suele tener una tensión superficial relativamente alta, para conseguir esta reducción de dicho parámetro se recurre a la utilización de sustancias tensoactivas, entre las que destaca la utilización del alcohol isopropilico.
Conductividad de una solución de mojado
Si bien no debiéramos entender la conductividad como un parámetro determinante en sí mismo a la hora de evaluar una solución de mojado, esta se viene utilizando en los últimos años como un medio de medida indirecta con respecto a otros parámetros.
La conductividad es la habilidad, o capacidad, de conducir la electricidad. En el agua o en cualquier solución, el grado de conductividad se determina por medio del número de iones presente como resultado de la disolución en ellas de minerales u otros compuestos. Básicamente, cuanto más alta sea la concentración de iones, más alto será el grado de conductividad (y por lo general, el agua será más dura).
Normalmente el agua tiene un bajo nivel de iones y como resultado registra lecturas de conductividad muy bajas. El alcohol, que no conduce una carga eléctrica, tiene una lectura de conductividad prácticamente nula así como la glicerina o la goma arábiga. Por esta razón el alcohol, cuando se añade a una solución de mojado, actúa como diluyente, reduciendo la lectura de conductividad en la solución.
Esto quiere decir, que una misma solución de mojado con la misma dureza de agua, puede arrojar valores diferentes de conductividad en función de los porcentajes de alcohol o goma arábiga disueltos en ella. Así mismo, una alta conductividad no necesariamente es sinónimo de problemas. Las soluciones de mojado que utilizan sustitutivos del IPA, normalmente suelen tener valores de conductividad mayores. Uno de los datos de mayor interés que puede arrojarnos la medida de la conductividad es el control de la estabilidad de la misma durante una determinada tirada, ya que una conductividad creciente durante la misma puede indicar que la solución de mojada ha sido contaminada, pudiendo originar problemas en el equilibrio agua-tinta, aumento de la ganancia de punto, creación de velos o perdida de las zonas de altas luces.
Empleo de alcohol isopropilico
El alcohol isopropílico viene empleándose en las artes gráficas desde hace ya casi 30 años, debido a sus propiedades tensoactivas, reduciendo la tensión superficial de la solución de mojado y favoreciendo la mejor humectación de la forma impresora; su capacidad para mejorar la viscosidad, favoreciendo el transporte de la solución desde la bandeja hasta la plancha; sus efectos antibacterianos y su capacidad antiespumante.
Sin embargo, aparte de los problemas medioambientales que produce como emisor de compuestos orgánicos volátiles, y de los perjuicios para la salud de los trabajadores de los talleres de impresión, el alcohol isopropílico es básicamente un disolvente y como tal, y sobre todo en disoluciones superiores a un 7% produce una considerable reducción del brillo de las tintas, disminuye la definición del punto y afecta al comportamiento colorimétrico de las tintas, por lo que es aconsejable no superar volúmenes superiores al 3%-5% de disolución en las soluciones de mojado.